Este foraminífero fue descrito como una especie nueva para el mundo en 1985 por la paleontóloga mexicana Ana Luisa Carreño, en rocas marinas del Plioceno expuestas en Arroyo Hondo al norte de la Isla María Madre, localizada en el Océano Pacífico frente a las costas de Nayarit y que por muchos años fungió como centro penitenciario.
Los foraminíferos son protistas unicelulares que pueden formar parte del plancton marino. Generalmente son abundantes y su tamaño pequeño, la amplia distribución y la rápida evolución de sus especies, hacen que estos organismos tengan un registro fósil abundante y sirvan como fósiles índices que ayudan establecer la edad de las rocas.
El nombre de la especie proviene del latín que significa cúspide alta, ya que esta especie presenta una testa con una trocospira alta, 13 cámaras que incrementan moderadamente en tamaño y cinco cámaras en la última espira. El holotipo mide 0.487mm de diámetro y 0.512 mm de altura. Su presencia en estas rocas nos habla sobre las especies que formaban parte del plancton en las masas de agua del Pacífico desde hace al menos 5.3 millones de años.
Carreño, A. L. (1985). Biostratigraphy of the late Miocene to Pliocene on the Pacific island Maria Madre, Mexico. Micropaleontology, 139-166.
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